Cuarto día de viaje con YokmoK Aventuras, y tercer día de trek de las Agujas Rojas. Me despierto en un refugio situado a unos dos mil metros de altura, en mitad de los Alpes Franceses. Salgo al exterior, y respiro profundamente el aire puro de la alta montaña. El Sol da los buenos días a las cumbres que me rodean. Definitivamente, esto no se puede pagar con todo el oro del mundo…
Mientras saboreo mis tostadas con mantequilla y mermelada, me sigo preguntando si de verdad todo esto es real…
Por delante tenemos un día duro (en realidad, el más duro del trek), y un buen desayuno es fundamental para superarlo. Nos calzamos las botas, que ya forman un todo con nuestros pies, y comenzamos la exigente subida.
La noche anterior, medio en broma, Jorge nos ha comentado la posibilidad de subir a Le Mont Buet, de 3.096 metros de altura. Un TRESMIL!! Mila, Unai y yo nos lo tomamos muy en serio. Finalmente acordamos aplazar la decisión para cuando llegue el momento, la bifurcación.
Nada más arrancar, nos aguarda la subida al collado de mayor altitud de todo el trek (en teoría). Pero no nos conformamos con eso. Alcanzamos el collado con relativa facilidad, hay que tomar una decisión. No nos lo pensamos: vamos para arriba, a por nuestro primer tresmil!!
Foto inferior: contemplando la cima del Mont Buet desde el collado.
Foto inferior: así se ve Le Buet en los primeros compases de la ascensión. Por delante, unos 500 metros de desnivel positivo.
Y una panorámica (click para ampliar), también de los momentos iniciales de subida.
La ascensión empieza con sorpresas desde el principio. Atravesamos un terreno desolado, un paisaje lunar totalmente árido y, sin embargo, de gran belleza. La roca está desmenuzada, hecha añicos, suponemos que por efecto de las extremas temperaturas. La subida es exigente, pero muy sencilla desde el punto de vista técnico. Mis bastones se convierten en grandes aliados en este terreno.
Alcanzamos un nuevo collado, con unas vistas de vértigo sobre el Valle de la Diosaz, que será el protagonista de la segunda parte del día. Al fondo, las impresionantes Rocas de Fiz.
Según ganamos altura, viejos conocidos van apareciendo a nuestras espaldas: las cimas del Macizo del Mont Blanc. En primer plano, las Agujas Rojas.
Antes de alcanzar la cresta, atacamos un zigzag con una gran pendiente. Cuesta respirar, y las pesadas mochilas no ayudan demasiado. Está siendo una subida realmente exigente, pero estoy disfrutando una barbaridad, qué gozada!!
Finalmente, tras superar el repecho más duro, alcanzamos la cresta del Mont Buet (foto inferior). Al fondo, la cima está plagada de montañeros. Qué ambientazo!
El altímetro de Jorge lo confirma: estamos a 3.000 metros de altitud.
Os dejo con un video de los momentos finales de la ascensión:
Lo hemos conseguido!! Cima del Mont Buet, a 3.096 metros de altitud!!
No soy capaz de explicar la mezcla de sensaciones que te asaltan en esos momentos. Un cóctel a partes iguales entre euforia, cansancio, admiración… Parecía difícil, pero el trek ha vuelto a superarse a sí mismo. Es momento de disfrutar del paisaje y de un merecido tentempié.
Empezamos con una panorámica desde la cima. Dos montañeros extasiados ante el paisaje, no es para menos. A la derecha de la imagen el Glaciar de Le Tour, y l’Aiguille de Le Tour (a la izquierda del glaciar).
Los montañeros, más de cerca. La cima más alta, a la derecha, es la Aiguille d’Argentière, si no me equivoco.
Las Grandes Jorasses (al fondo a la izquierda), y el Dent du Gegant (a la derecha de las mismas). En primer plano las Agujas Rojas.
La Aiguille Verte y Les Drus. A la izquierda el impresionante Glaciar d’Argentière.
El Mont Blanc. En primer plano, un vivac en la cresta de Le Buet.
Y ahora una de mis favoritas: una panorámica de todo el Macizo del Mont Blanc (al fondo) y las Agujas Rojas en primer plano. Os recomiendo verla en grande.
Para terminar, os dejo con un video de 360º desde la cima de Le Mont Buet.
Y llega el temido momento: es hora de partir, debemos dejar la cima de Le Buet. Nos vamos contentos. La experiencia está grabada para siempre en nuestros corazones, será imposible olvidar algo así. Comenzamos el descenso, por el mismo camino de la subida.
La cresta del Buet, todavía con jirones de nieve entre las oscuras rocas.
El descenso por el vertiginoso zigzag. Realmente cuesta creer que hayamos subido por aquí después de varios días de trek. Alucinante.
Otra imagen de la empinada senda del Buet.
Y el resto de imágenes del descenso…
Si no leiste las entradas anteriores, echa un ojo al resumen del Viaje a Alpes.
Amante de la montaña, la naturaleza y descubrir lugares nuevos. Informático de profesión, mis intereses y pasiones me han llevado por otros caminos profesionales. Autor desde 2007 del sitio web LinkAlicante, donde comparto mis consejos sobre rutas, pueblos con encanto y turismo sostenible.
Impresionante igual que las anteriores entregas, ojo a los videos que no se ven 😛
Impresionante. Los vídeos no se ven, no se si es mi navegador.
Solucionado el tema de los videos (el editor visual de wordpress se los comió), gracias por avisar!
Tremendo Fer. Que pequeños somos.
Impresionantes fotos, tanto como el dia que pasamos en el Buet!