Nos levantamos muy temprano, antes del amanecer. Nos espera una jornada frenética: la última etapa del Tour de las Agujas Rojas con YokmoK Aventuras, completando el recorrido circular. Después, teleférico y regreso a Chamonix. Desde allí, desplazamiento al aeropuerto de Ginebra para volver a casa. No hay tiempo que perder!
En el refugio, somos los primeros en levantarnos. Desayunamos en modo “self-service”, con todo el comedor para nosotros solos. Poco a poco la claridad del nuevo día se hace patente. Desde las ventanas, se adivinan al fondo las cimas del Macizo del Mont Blanc.
Foto inferior: caminando entre pastos y vacas, dejamos atrás el último refugio.
Nos ponemos en marcha justo cuando el día comienza a despuntar. Empezamos de bajada. Un descenso que nos conducirá hasta el fondo del Valle de la Diosaz, que en este punto se convierte en un encajonado barranco. Desde allí, iniciaremos la subida al último collado del trek.
Foto inferior: el Sol comienza a iluminar las montañas. Al fondo, al pie de los impresionantes cortados, el refugio que acabamos de dejar atrás.
Comienza el ascenso. La primera parte es una subida constante y bastante suave. Sin embargo, parece que nuestras piernas se resienten del esfuerzo en el Mont Buet. Fue ayer, 4 de septiembre, y hoy, un día después, parece que hayan pasado siglos desde entonces.
Mientras cruzamos pequeños arroyos y antiguos corrales para el ganado, nos vamos acercando al collado. La senda se convierte en un antiguo camino empedrado. La pendiente aumenta, nuestros corazones se aceleran. A mitad del duro repecho, justo cuando mis fuerzas se tambalean, hacemos una parada para comer. Realmente lo necesitaba. Damos buena cuenta de los últimos víveres, y apuramos los bidones de agua.
Después del tentempié, la subida parece otra cosa. Nos recuperamos mágicamente, y terminamos conquistando el repecho a buen ritmo. Jorge nos conduce a un balcón natural con unas vistas privilegiadas. Sin embargo, lo mejor del día todavía está por llegar…
El último tramo de la subida es más suave. Con el sol ya bastante alto, lo afrontamos con decisión. Sé que una vez arriba, seré testigo de un espectáculo grandioso.
Sin embargo (y una vez más), la última gran sorpresa de las Agujas Rojas supera con creces todas mis expectativas. Lo hemos conseguido, hemos alcanzado el Col du Brévent, a unos impresionantes 2368 metros de altitud.
Este es, sin duda, uno de los lugares más impresionantes de los muchos que hemos visitado en Agujas Rojas. Satisfactorio y triste a la vez, porque nos anuncia que el final de la aventura está muy cerca…
Es momento de recobrar el aliento y disfrutar este último gran instante del viaje. Doy gracias por estar aquí y haber vivido esta fantástica aventura con Mila, Unai y Jorge. ¡¡¡Gracias YokmoK!!!
La panorámica es impresionantes: estamos justo enfrente del l’Aiguille du Midi y del impresionante Macizo del Mont Blanc.
Jorge nos comenta que la “fumata blanca” sobre la cumbre del Mont Blanc es aviso de mal tiempo. También en eso hemos tenido suerte durante el Tour de les Aiguilles Rouges.
Un video con la panorámica desde el collado…
Las botas de Unai se despiden de Alpes, preguntándose cuándo será la próxima vez…
Yo también me pregunto cuándo podré volver a ver al gran gigante blanco, cuando podré volver a Alpes…
Se hace tarde, debemos continuar. El último tramo de la etapa es un pronunciado descenso que nos llevará de vuelta al teleférico, nuestra vía de regreso a Chamonix.
Ya en el pueblo, no puedo dejar de mirar al Mont Blanc mientras nos dirigimos al coche. Camino del aeropuerto, una cierta tristeza se apodera de nosotros. Incluso ahora, escribiendo este artículo, casi dos meses después, me cuesta despedirme de Alpes. Volveré, de eso estoy seguro.
En cuanto al relato del viaje a Alpes, todavía me faltan un par de artículos. No os los perdáis!

Amante de la montaña, la naturaleza y descubrir lugares nuevos. Informático de profesión, mis intereses y pasiones me han llevado por otros caminos profesionales. Autor desde 2007 del sitio web LinkAlicante, donde comparto mis consejos sobre rutas, pueblos con encanto y turismo sostenible.
Impresionante.
Perfecto punto final para este fin de fiesta que son los Alpes. Perfectamente relatadas las etapas, nos has hecho sentir allí una vez mas… a la próxima que vayamos a ver si podemos cuadrar agendas 🙂
Chicos…….. precioso y envidiable
Hola! Una flipada les fotos que publiques i també enhorabona per tot el bloc. T’enllaçat al meu, i gràcies a tu vaig poder fer-me una idea de on era el Molí del Salt de Benilloba.
Salutacions cordials
Gracias a todos por comentar! 🙂