Platja d’Aro y más allá: una aventura en coche por la Costa Brava

La Costa Brava, con sus acantilados que dan al Mediterráneo, sus pueblecitos con encanto y su gastronomía inigualable, es uno de esos destinos que no puedes dejar de explorar con un coche de alquiler. Imagina conducir con la brisa marina acariciando tu rostro, mientras descubres calas escondidas y rincones que parecen sacados de una postal. ¡Empecemos nuestra aventura!

 

Campo base: Platja d’Aro

Platja d’Aro, uno de los epicentros turísticos de la Costa Brava, es mucho más que un simple punto de partida para esta ruta. Esta localidad combina a la perfección la esencia del Mediterráneo con una propuesta moderna y vibrante.

Atractivos de Platja d’Aro

  • Playas y calas: La playa principal es un extenso arenal perfecto para un día de sol y mar. Pero no te quedes solo allí; las pequeñas calas escondidas, como Cala Rovira o Cala Sa Cova, son verdaderos tesoros naturales.
  • Caminos de ronda: Estas rutas costeras ofrecen panorámicas impresionantes del litoral. Ideales para un paseo al atardecer.
  • Zona comercial: Platja d’Aro es conocida por su avenida principal repleta de tiendas de todo tipo, desde marcas de lujo hasta pequeños comercios locales.
  • Vida nocturna: Una vez cae el sol, el pueblo cobra vida con sus numerosos bares, discotecas y terrazas.

Alojarse en Platja d’Aro

Platja d’Aro cuenta con una amplia gama de opciones de alojamiento para adaptarse a todo tipo de viajeros. Puedes encontrar lujosos hoteles con todas las comodidades, establecimientos boutique con encanto, apartamentos turísticos que ofrecen una sensación de hogar lejos de casa, así como hostales y pensiones para los viajeros más económicos. También hay campings cercanos para quienes buscan una conexión más estrecha con la naturaleza. Uno de nuestros alojamientos favoritos en Platja d’Aro es el Hotels els Pins, en el cual puedes reservar directamente a través de su web www.hotelelspins.com. Independientemente de tu elección, la hospitalidad de Platja d’Aro te garantiza una estancia memorable.

 

Día 1: De Platja d’Aro a Calella de Palafrugell

S’Agaró y Sant Feliu de Guíxols: Inicia tu viaje hacia el sur y en menos de diez minutos llegarás a S’Agaró, famoso por su camino de ronda con vistas panorámicas al mar. Continúa hacia Sant Feliu de Guíxols, con su monasterio benedictino y su puerto pesquero. Es ideal para un café matutino.

Tossa de Mar: A unos 30 minutos de Sant Feliu, se encuentra Tossa de Mar. Con su imponente castillo y murallas que se asoman al Mediterráneo, es el lugar perfecto para una comida junto al mar.

 

Día 2: Palamós y sus alrededores

Palamós: Regresa hacia el norte pasando por Platja d’Aro hasta llegar a Palamós. No puedes perderte la Lonja de pescadores y, por supuesto, probar las gambas de Palamós, famosas en toda la región.

Cala s’Alguer: A poca distancia, esta pequeña cala es un remanso de paz, perfecto para un chapuzón.

 

Día 3: Palafrugell y Llafranc

Calella de Palafrugell: Esta localidad conserva el encanto de los antiguos pueblos pesqueros. Pasea por su paseo marítimo y visita los Jardines de Cap Roig, famosos por su festival de música.

Llafranc: Un pequeño trayecto en coche y estarás en Llafranc, otro encantador pueblo marítimo. Sube al faro de San Sebastián para disfrutar de unas vistas espectaculares de la Costa Brava.

Como puedes ver, la Costa Brava es un mosaico de sensaciones, colores y sabores. Esta ruta de tres días solo es una pequeña muestra de todo lo que puede ofrecer. Platja d’Aro, con su vibrante atmósfera, es el punto de partida perfecto para sumergirte en esta experiencia. ¡Prepara tu coche y déjate llevar por la magia de la Costa Brava!

 

Los pueblos más bonitos de la Costa Brava, desde el mar

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