Hemos recorrido ya varias etapas del Trekking en los Alpes franceses con YokmoK, y os he contado un buen número de aventuras y anéctodas del viaje. Creo que es hora de hacer un pequeño alto en el camino, y disfrutar de un reparador descanso. Para ello, nada mejor que detenernos en alguno de los sorprendentes refugios que visitamos durante el Trek de las Agujas Rojas.
Después de narraros algunas de nuestras hazañas, me parece importante dedicar un capítulo de esta historia a los que fueron nuestros hogares durante la aventura: los refugios de montaña.
Como comentaba con Jorge, nuestro guía de montaña, este viaje a fue una «estreno» para mí en muchos sentidos: mi primera vez en Alpes, mi primer trekking de varios días, mi primera noche durmiendo en un refugio de montaña, mi primera ascensión a un tresmil…
No recuerdo cómo me los había imaginado antes del viaje, pero sí puedo deciros lo que me parecieron durante el mismo: una pasada (vamos, acorde con el resto de experiencias). Los hubo más grandes y más pequeños, más familiares y multitudinarios, pero sin duda todos ellos fueron especiales. Ubicados a una altitud media de 2.000 metros, los refugios de Agujas Rojas hicieron honor a su nombre: nos dieron cobijo, y mucho más. Realizar la travesía sin estas instalaciones hubiera sido una tarea mucho más complicada, por no decir imposible.
Foto inferior: el acogedor comedor del refugio del Lac Blanc.
El primer refugio en visitar fue posiblemente también el más espectacular: el del Lago Blanco. Reconozco que al principio me chocó un poco el hecho de tener que dejar botas y mochilas en la planta baja, estado el comedor en la primera y las habitaciones en la segunda. A cambio de tus botas, los refugios ponen a tu disposición unas chanclas que sólo ellas saben por cuántos pies habrán pasado. Con suerte encuentras de tu número. Todo hay que decirlo, los refugios no están hechos para remilgados ni asquerosos.
En cualquier caso, el mero hecho de alcanzar la (relativa) comodidad de un refugio después de una larga caminata, de por sí supone una satisfacción enorme. Si a eso sumamos una buena ducha de agua caliente, y los espectaculares emplazamientos, el resultado era de regocijo absoluto.
Como decía, la vida en los refugios no es para delicados ni asquerosos. Yo la verdad es que disfruté como un enano con las cenas y desayunos. Hasta con los picnics para el mediodía. Cómo olvidar esa sopa con trocitos de queso de la primera noche. Difícil imaginarse algo mejor para reponer fuerzas. Pasta de diferentes tipos, carnes en salsa, o la exquisita fondue de la última noche. De postre, frutas, compota, yogures… Vaya banquetes me pegué en Agujas Rojas!!
En el refugio del Lago Blanco pudimos comprobar en vivo cómo se realiza el aprovisionamiento de los refugios: en helicóptero! También allí me quedé con ganas de hacerle una foto al extravagante cocinero, otra vez será…
Una de las cosas que me llamó la atención durante nuestro periplo en las Agujas Rojas (recordad que nunca antes había estado en un refugio de montaña) fue el hecho de tener que dejar nuestro calzado de trekking en la puerta de los refugios, cambiándolo por las nuestras chanclas (o las que el refugio dispusiera para sus huéspedes). Una medida totalmente lógica para no ensuciar el interior con barro, así como para evitar malos olores…
Para terminar, a modo de curiosidad, os dejo una última foto de las “medidas de seguridad anti-incendios” en uno de los refugios del trek. Todavía me estoy preguntando si esto iba en serio o era una broma, ¿tú qué opinas???
Continuará…
Amante de la montaña, la naturaleza y descubrir lugares nuevos. Informático de profesión, mis intereses y pasiones me han llevado por otros caminos profesionales. Autor desde 2007 del sitio web LinkAlicante, donde comparto mis consejos sobre rutas, pueblos con encanto y turismo sostenible.
Excelente post 🙂
Esa founde tiene una pinta…. 🙂
En refugios suele haber de todo, algunos parecen casi hoteles, otros conservan mas el concepto de «refugio»… siempre a habido polémica sobre la conveniencia o no de unos y otros, pa gustos colores.
Buen repor 🙂
Estos refugios no se pueden comparar a los que conocí, son de lujo. Respecto al paisaje, es espectacular. El sistema de seguridad contra incendios parece broma.
Saludos.
Excelente post! 🙂
Qué currados están los refugios en los Alpes, mola!