Trekking de 5 días en Ordesa y Monte Perdido

Hasta el año 2012, Pirineos había sido mi gran cita pendiente. Aquel verano, me escapé del calor de Alicante para cumplir un sueño. Del 18 al 24 de Junio realicé una travesía de cinco días en solitario, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Cuando escribo esto, han pasado dos semanas desde mi regreso, pero tengo la sensación de que han sido años… Es hora de hacer un resumen del viaje.

Atardecer Góriz
Atardecer desde el Refugio de Góriz, el primer día de travesía.

Algo que tenía claro en este viaje era que no quería ir con prisas. Mi filosofía a la hora de acercarme a la montaña es la de saborear los kilómetros, las cumbres y los paisajes. No devorarlos. En Pirineos no podía ser de otra forma. Por esa razón me planifiqué una travesía con etapas suaves, que me permitiesen disfrutar tranquilamente de las jornadas.

El hecho de ir solo, que antes de salir me daba algo de miedo, me permitió ir a mi aire en todo momento. Y es que este viaje también suponía un reto personal. La experiencia fue totalmente positiva; estoy seguro de que repetiré.

Día 1: Alicante – Torla

El primer día lo empleé en el viaje desde Alicante hasta Torla. Salí no demasiado temprano, sin ninguna prisa, y llegué a Torla por la tarde. Después de instalarme en el Refugio Lucien Briet, tuve tiempo de dar un paseo por las callejuelas de este hermoso pueblo, que me recordó mucho a mi viaje a Andorra.

Día 2: Torla – Pradera de Ordesa – Refugio de Góriz

Amanece lloviendo. Después de desayunar y preparar los trastos, subo en coche hasta el parking de la Pradera de Ordesa (los autobuses todavía no habían empezado a funcionar). Sigue lloviendo; empiezo a caminar con la esperanza de que deje de hacerlo según avance el día.

Cascadas de la Cueva y el Estrecho
Vistas desde uno de los miradores de las Cascadas de la Cueva y El Estrecho.

A causa de la lluvia, no puedo hacer todas las fotos que me gustaría. Aunque por otra parte, si me hubiese entretenido mucho más, no sé si hubiera llegado a tiempo de cenar al refugio. Finalmente, superado el Circo de Soaso, la lluvia me da una pequeña tregua, y puedo hacer algunas fotos antes de llegar a Góriz. Una vez en el refugio, todas mis cosas están empapadas (incluidas las botas, que no se secarían hasta llegar a Alicante…), por lo que me dedico a tenderlas donde buenamente puedo…

Verde Ordesa
Llegando al Refugio de Góriz

Día 3: Góriz – Monte Perdido – Góriz

El segundo día de travesía llegaba uno de los platos fuertes: la ascensión a Monte Perdido, 3.355 metros. La primera vez que usaba crampones y piolet (por cierto, muchas gracias a los chicos de Escalada y Más por prestarme ambas cosas). Todo nieve desde los tres mil metros del Lago Helado hasta la cumbre. ¿Conseguiría superar el reto? Puedes leerlo aquí.

Monte Perdido, 3.355 m
La cumbre de Monte Perdido (3.355 m) desde el Lago Helado

Día 4: Góriz – Brecha de Rolando – Refugio de Sarradets

Después de dormir dos noches seguidas en Góriz, el tercer día de travesía tocaba cambiar de aires. Camino sencillo hasta la parte de abajo de la Gruta de Casteret (a la que opté por no subir). Sin embargo la aproximación hasta la espectacular Brecha de Rolando me resultó mucho más complicada de lo esperado: tramos mixtos de nieve y roca, sin una huella bien definida, y mi falta de experiencia en este tipo de terrenos, hicieron que pasase algunos «apuros». Una vez en la brecha, el descenso por la pala de nieve hasta el Refugio de Sarradets fue coser y cantar.

La Brecha de Rolando

Día 5: Sarradets – Taillón – Góriz

El quinto día me levanté temprano, como venía siendo habitual, a eso de las seis. Antes de desayunar pude disfrutar de un bonito amanecer, con el Circo de Gavarnie y su cascada de fondo, coronados por el Pico Marboré. Lo cierto es que Sarradets me gustó más que Góriz: más pequeño, menos gente, más familiar… Coincidí con un grupo de montañeros de Madrid con los que me lo pasé muy bien.

Amanecer Serradets
Atardecer desde el Refugio de Serradets

Después del desayuno, puse rumbo a Góriz, eso sí, tomando un pequeño desvío para subir al Taillón. En la cumbre soplaba un viento fortísimo, que me hacía perder el equilibrio por momentos. El descenso lo «improvisé» continuando por la cresta, y saliendo finalmente a la parte de abajo de la Gruta de Casteret.

Desde allí hasta Góriz ya conocía bien el camino, así que pude relajarme todavía más, momento que aproveché para hacer una de mis clásicas fotos mostrando los pies 🙂

Relax time

Día 6:  Góriz – Pradera de Ordesa – Torla

El primer día de travesía descarté la Senda de los Cazadores por estar lloviendo y desconocer el tiempo que podía tardar; preferí ir a lo seguro. Así que el último día, y aunque sabía que lo iba a pasar mal en la bajada final, opté por tomar la mencionada senda…

Las Tres Sorores
El Macizo de Monte Perdido desde la Senda de los Cazadores, por la que hice el regreso el último día.

Y aunque todavía me duelen las rodillas cuando me acuerdo, tengo que decir que no me arrepiento (aunque estuve a punto de lanzar la mochila barranco abajo). Fue un fantástico colofón a mi aventura en Ordesa y Monte Perdido. Una senda con unas vistas alucinantes, de lo mejor de la travesía.

Día 7:  Torla – Alicante

Se había acabado lo bueno. Con mucha pena, emprendía el regreso de vuelta, haciendo una última parada en lo alto del puerto de Monrepós, para despedirme de Monte Perdido y compañía…

Para terminar…

Disfruté muchísimo de esta escapada a Pirineos. Esta primera toma de contacto me dejó muy buen sabor de boca y muchas ganas de repetir y seguir conociendo esta impresionante macizo montañoso. Ha sido una gran experiencia en todos los sentidos: los paisajes, la gente que he conocido, el hecho de afrontarla en solitario, superar las dudas que tenía sobre mi forma física…

En cuanto a las fotos, no estoy demasiado contento. Realmente, la grandiosidad del paisaje es tal, que cuesta asimilarlo. Incluso cuando estás allí mismo, y lo tienes delante de tus ojos, cuesta creer que sea verdad. Por eso quizás tengo la sensación de que mis fotos no hacen justicia a la belleza de lo que allí encontré. Volví un poco decepcionado en ese sentido, a pesar de que me fui sabiendo que no iba a ser la ocasión de hacer grandes fotos.

Lo dejo aquí. Si encuentro el tiempo necesario, en próximos artículos os contaré con más detalle cada una de las etapas. Nos vemos!

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6 comentarios en «Trekking de 5 días en Ordesa y Monte Perdido»

  1. Pues yo solo debo aplaudirte,hacer esa travesia de cinco dias tú solo es algo memorable,yo no me hubiera atrevido, a lo mejor soy demasiado prudente pero repito que yo solo no lo hubiera hecho,cualquier resbalon por ahía arriba es fatal (aunque en algunos tramos haya más gente que en un mercadillo).

    Por cierto ,si repites en Pirineos ¿volverías al mismo sitio o tienes otras zonas en mente?¿Qué te gustó más los Alpes o ahora los Pirineos?

    Un saludo.

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  2. Buen resumen, con ganas de leer el resto..

    Sobre las fotos no te preocupes, todo no puede ser. Ya habrán salidas fotográficas especificas por allí 😉

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  3. no se deve ir solo a la montaña,yo lo he hecho siempre y el resultado es de libertad total. lo aconsejo hacer por lo menos una vez, y ya vereis.
    lo que tenga que ser serà.saludos a todos los montañeros.

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  4. Gracias a todos por los comentarios!

    @Jose: Pirineos y Alpes, Alpes y Pirineos… Han sido dos experiencias muy diferentes. Los paisajes de Pirineos, a pesar de ser alucinantes, se quedan mil metros por debajo de Alpes, jeje. Contemplar el macizo del Montblanc desde el otro lado del valle de Chamonix es difícilmente superable… Los glaciares, los picos con nieves perpetuas, el Lago Blanco, subir al teleférico de l’Aiguille du Midi…

    En Pirineos en cambio he disfrutado de la experiencia de caminar solo, superando ese reto personal, y disfrutando mucho con la experiencia. Han sido y son cosas diferentes, no sabría decirte con cuál de las dos me quedo, así que me quedo con ambas! 🙂

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  5. En dos palabras,…, impresionante,…, fabuloso.

    Me tomo nota y lo añado a mi lista de rutas.
    Este verano ya no podrá ser, pues ya lo tengo organizado para el Circ de Colomers, pero al próximo seguro que si.

    Desde Alicante un saludo.

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